viernes, 10 de junio de 2011

MUSEO BRITANICO Y SUS MOMIAS

El Museo Británico es uno de los museos más antiguos del mundo y contiene más de siete millones de objetos de todos los continentes, muchos de los cuales se encuentran almacenados para su estudio y restauración, o simplemente guardados por falta de espacio. También cuenta, entre otras cosas, con la mayor sala de lectura de la Biblioteca Británica, biblioteca que aunque ahora tiene sede propia, hasta el año 1973 también formaba parte del museo, al igual que el Museo de Historia Natural de Londres, que cambió a sede propia en el año 1963


Contiene una de las colecciones más importantes del mundo. Su sección del Antiguo Egipto es la más importante del planeta después de la del Museo Egipcio de El Cairo. La entrada al museo y a muchos de los servicios que ofrece –como el de su sala de lectura–, son libres y gratuitos, a excepción de algunas exposiciones temporales


El embalsamamiento es una práctica, generalmente usando sustancias químicas, en especial resinas o bálsamos, con el objeto de preservar de la putrefacción la integridad de los cadáveres.
Las referencias más antiguas de la práctica se remontan al antiguo Egipto pero se ha descrito que la preservación de los cadáveres usando bálsamos y procesos físico-químicos, también se acostumbraba entre las culturas sudamericanas, particularmente en el Perú y entre los incas, aunque mediante técnicas diferentes a las egipcias.En la actualidad se sigue sometiendo a un proceso de embalsamamiento los cuerpos de personajes ilustres como los de Lenin, Mao Tse Tung y Evita Perón.


El embalsamamiento egipcio alcanzó su máximo desarrollo alrededor de la cuarta dinastía. Casi todas las vísceras eran retiradas, excepto los riñones y el corazón, y la cavidad corporal se trataba con natrón; después, el cuerpo se recubría completamente con natrón pulverizado.
La persona encargada de efectuar el corte inicial del cuerpo con un cuchillo de piedra, a un lado del abdomen, era elegida en la ceremonia y posteriormente sometido a un ritual de persecución y lapidación, ya que constituía una ofensa dañar el cuerpo del faraón, incluso después de su muerte física.


Después de extraerlo del natrón, el cuerpo era recubierto, tanto por dentro como por fuera, con resina para preservarlo, se envolvía con vendajes de lino, engarzando escarabeos, amuletos y otros talismanes religiosos. En el caso de la realeza, eran colocados dentro de una serie de ataúdes jerarquizados, siendo el exterior un sarcófago de piedra, normalmente. Los intestinos, pulmones, hígado y estómago eran preservados por separado y almacenados en los vasos canopos, quedando protegidos así por los cuatro hijos de Horus.Dos papiros describen el ritual del embalsamamiento, aunque de forma incompleta: el conocido como "Papiro 3 de Bulaq", el más extenso, que se halla en el Museo Egipcio de El Cairo, y el papiro número 5.158, que se encuentra en el Museo del Louvre

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