VALDEJIMENA : SEDA Y ORO ENTRE ENCINARES

Una de las joyas que con discrección y humilde elegancia esconden los encinares de la seria Castilla es la ermita de Valdejimena.
Cuando paseas por la vereda del rio Grande , entre sus alfombras de pamplina , treboleras y matorrales, nada te hace sospechar que al coronar la soledad del sierro , encontrarás semegante "basílica" impregnando de magestuosidad a un no por sobrio, menos bello paisaje.

Valdejimena está a no más de 3 Kms de Valverde.
Jamás olvidaré las pergrinaciones a mi " madrina de fé" con ramilletes de tomillo,y lilas que con tanta ilusión como inocente esmero recogía por los prados y vegas de Los Ahijones y el Tomillar en los inicios de mis primeros Mayos...

Cuenta la leyenda , que allá por los tiempos que no hay memoria escrita, un buen día un vaquero llamado Juan Zaleos fue agraciado con un favor del cielo.

Un toro de la vacada llamado "Romo" se dispersa de los demás. El vaquero le busca y al fin le encuentra postrado junto a una encina. Temiendo su bravura intenta reducirlo con piedras a la vacada. El animal no mueve oreja, sospecha el vaquero si estará malo y decide acercarse.

Antes de llegar al toro, un resplandor que de la encina procedía, hiere sus ojos y le hace reparar en una hermosa imagen de la Virgen, colocada en un hueco del tronco. Cae Juan Zaleos de rodillas y reza, corre y les cuenta la noticia a sus compañeros, se dirigen a la encina y contemplan el misterioso hallazgo, el toro se retira, acuerdan comunicarlo a las autoridades del lugar.

Juan Zaleos se dirige a Horcajo, pero antes hace una señal en la encina. Comunica la noticia y va al lugar con las autoridades, las amenazas a Juan Zaleos de ilusión visionaria, se repiten por el camino. Después de comprobarlo la llevan a la iglesia de Horcajo Medianero.

Esta es a grandes rasgos la historia de la aparición de Nuestra Señora la Virgen de Valdejimena. Después se construyó una ermita en el lugar de aparición. Allí la visitan todos sus devotos y su romería se celebra todos los años el domingo de Pentecostés.

Sus magníficos retablos barrocos, el camarín de la Virgen y su museo son testigos de como el último domingo de abril la imagen de Nuestra Señora es bajada de su trono habitual a las andas procesionales, donde permanecerá hasta octubre, facilitando así a los devotos cumplir con la tradición de pasar bajo su manto y pedir protección. ( mi madre no faltó nunca a encender una vela y cobijarse en su manto cada tarde que mi hermano toreaba)
Una vez abajo, queda preparada para salir en las distintas procesiones que se inician el primero de mayo, siguiendo el domingo de Pentecostés (romería grande), misas de salud de los distintos pueblos del entorno y finalmente la Ascensión. En los primeros días de octubre es entronada de nuevo.

Protegido por la impresionante reja que separa el altar Mayor, un gracioso monaguillo de madera fue siempre sufrido testigo de las travesuras de un mocoso , que los domingos, lentamente se acercaba al escolano para tirarle de sus hábitos. " Cucho , ven aquí y estate quieto le regañaba su abuela....."