Un otoño cálido, de temperaturas veraniegas, crea una amalgama de sentimientos sobre las gentes del campo. Los ganaderos protestan ante la nula otoñada , culpabilizando a las escasas lluvias, pero por otro lado reconocen que la bondad de las temperaturas mima a los animales. "Todo el frio que le podamos evitar a las reses hasta que en Marzo los días tengan más sol, pues eso que llevamos ganado". Además no ha helado y apenas se han sufrido los caprichos de las nieblas, con lo que las encinas estan a rebosar de su tan apreciado fruto.En el lado opuesto , estan los agricultores , que de forma desesperada se aferran a cualquier atisbo de tormenta como solución a la sequedad de sus campos. " Con un suelo tan duro y seco, lo único que se consigue es un desgaste de hierro en los aperos inversamente proporcional a la calidad de la labor realizada" Es decir, más gastos y encima peor labrado.
Ante un escenario tan variopinto de ideas y de contrastes, la naturaleza no iba a ser menos, y nos regala un espectáculo impropio del calendario. Los jardines simulan una esquisita alfombra en la que conviven hojas secas recien caidas , con flores y tréboles que acaban de aparecer
Los rayos de sol,ya generalmente de personalidad tímida por estos lares , trasmiten su desparpajo sobre una variada oferta de brotes nuevos que de forma ingenua no sospechan del caracter rudo y seco de un invieno castellano que pronto habrá de venir.
A mediados de Noviembre, en esta zona, lo normal es ver un cesped apagado, y sufriendo los castigos de escarchas y de hielos. Son típicos sus colores dorados y amarillos, de los que no se ven libres hasta que no son reparados por las caricias y masajes de los calores de Abril.
Sinembargo y de momento, nuestras hierbas , presumen de una gama de vitalidad que va desde los oliva , hasta los verde botella.
Los rayos de sol,ya generalmente de personalidad tímida por estos lares , trasmiten su desparpajo sobre una variada oferta de brotes nuevos que de forma ingenua no sospechan del caracter rudo y seco de un invieno castellano que pronto habrá de venir.
A mediados de Noviembre, en esta zona, lo normal es ver un cesped apagado, y sufriendo los castigos de escarchas y de hielos. Son típicos sus colores dorados y amarillos, de los que no se ven libres hasta que no son reparados por las caricias y masajes de los calores de Abril.
Sinembargo y de momento, nuestras hierbas , presumen de una gama de vitalidad que va desde los oliva , hasta los verde botella. Contraste curioso el de los diferentes árboles, y sus grados de pereza . Unos hace tiempo que cambiaron las mudas , mientras que otros nos agasajan con sus mejores galas.
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