En breve os contaré una serie de experiencias, en las que te das cuenta de como la sociedad a veces nos envuelve en un materialismo que roza la sinrazón.
Somos almas flotantes en un mar de tinieblas . En ocasiones no somos capaces de parar el tiempo para observarlo. Nuestro reloj tiene fecha de caducidad. nos hemos planteado eso alguna vez? . Hasta cuando esas agujas girarán sin cesar?
En las salas de urgencias, y plantas de hospitales, a veces te das cuenta de que los valores cambian.
Es triste, pero la inmensa mayoria ,nos ocecamos en vivir en un viaje a velocidad de vertigo, sin dedicar un minuto a mirar atraves del cristal.
Todos nuestros esfuerzos se concentran en llegar a nuestro destino, sin detenernos ni un segundo a disfrutar del paisaje durante el recorrido.
No sea que perdamos tiempo , y lleguemos tarde....
....Lleguemos tarde a donde? .. No nos habremos dejado parte del viaje en los matices no contemplados por llegar antes a ningun sitio?
A veces, y esa es la gran pena, te das cuenta cuando ya no hay marcha atrás. La vida viene enlatada en un reloj de arena. Una máquina del tiempo bella y a la vez sencilla, en la que si se ve la fecha de caducidad.
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