jueves, 23 de julio de 2009

MI MADRE , Y SU COCINA TRADICIONAL
















No es amor de hijo, os lo aseguro.
Puedo presumir de que en Valverde ,mi madre Rosi ,prepara unos huevos fritos con puntilla de los que quitan el sentido.
En los domingos frios con los que el invierno castellano nos castiga, no hay manjar mas grande que unos huevos con puntilla y una longaniza asada al amor de la brasa y sus cenizas. Imaginaros la majestuosidad del plato, que el vino ya ni importa.
Eso si, despues largas sobremesas al amor de la lumbre , en buena compañia y con cafe de puchero

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