viernes, 7 de agosto de 2009

LAS RAMBLAS Y SU TORRE DE BABEL


No se como sería la Torre de Babel. No soy capaz de imaginar una verticalidad empedrada habitado por cientos de razas y culturas . Todos castigados a convivir, pero sin entenderse.
Lo que si tengo claro, es que su creador, para inspirarse , tuvo que pasear previamente por las Ramblas de Barcelona.
Calle emblemática de la Ciudad Condal. Analizándola mientras la recorres, sientes por sus aceras como si su pendiente hacia la Barceloneta, crease una corriente de almas fluyendo hacia el mar , que no llega a desembocar, porque la estatua de Colón las rebota hacia la Paza de Cataluña.
Dependiendo a la hora que pasees por sus desgastados adoquines, podras disfrutar de variopintos paisejes, y camaleónicos escenarios. Ninguno de ellos pasa desapercibido.
Por las mañanas cohabitan abuelitos lugareños en pleno paseo octogenario, con guiris acalorados disfrutando de su tinto de verano Don Simón. Obreros del Plan E que entre ladrillo y paleta, apuestan sobre si la morena de tacones usa after shave o Channel.
Camareros con chaleco y pajarita presumiendo la mejor paella del mediterraneo en garitos de franquicia. Niños correteando por los puestos de mascotas.Cobayas y ardillas asustadas por si fuesen ellos su nueva adquisición.
Turistas despistados que se topan con trileros. Trileros despistados que se topan con secretas disfrazados de turistas. Bicis, patinetes….Guineanos vende gafas exuberantes de color, suecas envidiosas de esa piel tan bronceada. Japoneses Kodak en mano, admirados hasta por la sombra de un suspiro.
Monjitas en tropel desembarcadas en el puerto ,ansiosas por rezar la Salve en la Sagrada Familia. Limpiabotas sin betún, Vende almas al mejor postor. Artistas de pincel descobillado que inmortalizan tu figura en carbón por lo justo pa un café. Marionetas deshiladas que comienzan su función ante el encanto de una moneda rebotando en su cajita de tercipelo.
Mimos , muchos mimos. Algunos tan logrados que parecen de cartón. Monjas travestidas con labios de putilla , que previa propina te besuquean mientras encogen la nuez. Todo ello fotografiado para el recuerdo por tu señora, quien admira con envidia como los pantys de woman secret a ese maricón le quedan tan bien.., Adas vende suerte, Cupidos del amor. Ronaldiños con camiseta merengue y su pelota, dándole mil toques mientras hace punto de calceta. Chinos con claveles de colores. Payasos con bocina, bicicletas con tres ruedas y trompetillas de papel.. Vendedores de biblias, Turistas tan orteras, que a veces dudas sino serán mimos también.
Pero cuando la noche va cayendo,y el sol acaricia el Monte de Monjuit, las Ramblas se preparan para otra serpentina con guirnaldas de color. Esta vez ya no hay niños, ni coballas , Ronaldiño ya guardó su balón.
Oleadas de putillas veinteañeras decoran las esquinas. Las menos recatadas se abrazan de los adolescentes americanos , alucinados por su atractivo y éxito varonil. Los pobres , ni sospechan que son sus dollares y no sus granos pajilleros lo que atrajeron a las zagalas.La cara de tontos que se les quedará cuando vuelvan del cortejo.
Travelos corpulentos con aromas de Nenuco desembarcan de los taxis, con la ilusión de una quinceañera que va a entregar su flor. Mientras se colocan en sus puestos, miran desafiantes a los maniquíes de las tiendas, …se sienten mujercitas pechugonas . La penumbra es su mejor aliado, viven gracias a la confusión. Desde lejos parecen siluetas curvilíneas desojando margaritas. Cuando pasas a su lado , los poros irritados de una mejilla recién afeitada te recuerdan el porqué ninguno de ellos es portada de calendario de un taller.
Grupos de turistas, borrachines graciosetes, todos ellos con las chanclas y bombachos, cortados por el mismo patrón de un sastre caza horteras del ayer. Mocitas en falduchas , con tacones milimétricos. Todos ellos, carne de cañón de carteristas tuneados de buena gente. Bendedores de cerveza calentorra a tuti plen. Barrenderos, policías expectantes, Parejas de enamorados admirando las farolas . Paseantes con gabardina, trileros sin cubilete, magos sin paloma y biciclistas sin sillín.
Durante mi paseo, vi como una patrulla de polis, multaban a un repartidor de butano por estacionar sobre el bordillo. Mientras sacaba el canutillo de cuartillas , de forma chulesca el agente le espetó una frase que resume todo lo que yo quise decir……
“ Son 100 € bombonero….ha dejado la furgona en Las Ramblas, y esto no es una calle cualquiera”

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