Hace tiempo, en la celebración de "un amigo invisible", me regalaron el que a la postre se hizo un gran amigo visible: un precioso cerdo vietnamita. Se llamaba Tocinillo.
Desde el primer día hizo gala de su fuerte personalidad, convirtiéndose en el centro de atención , y el deleite de los niños.
Conforme crecía, iba moldeando su figura hasta convertirse en un enanillo gordinfloncete y barrigocho. Mezclaba con sabias dosis travesura , seriedad y simpatía..... Imaginaros una mezcla de Homer Simpson, Torrebruno y ElSeñor Casamayor.....Asi era Tocinillo. Un tipejo superdivertido que un día nos dejó. ...
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